1. Tomar un desayuno completo es el mejor motor para empezar bien el día, incluir fruta, cereales, leche, aceite de oliva,...2. Consumo diario de entre medio y un litro de leche u otros productos lácteos como queso, yogures o postres lácteos.
3. Incluir en la dieta de los niños frutas y verduras (5 ó más raciones diarias).
4. En el plan de comidas debe haber una presencia de alimentos ricos en proteínas de origen animal:lácteos, carnes, huevos y pescados, en equilibrio con alimentos de origen vegetal: cereales, legumbres, verduras y frutas.
5. Los alimentos ricos en hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, legumbres) son imprescindibles por su aporte de energía y deben formar parte de las dietas habituales de los escolares. Son esenciales en una buena nutrición e introducen en la dieta gran variedad gastronómica.
6. Controlar el exceso de grasas, azucares y sal.
7. Realizar 5 comidas diarias, no olvidemos nunca la importancia de "la media mañana" para que el niño no llegue con tanta hambre a la comida o para reforzar el desayuno que ha podido quedar escaso. Mi propuesta es que el niño tome algo de fruta, un lácteo o el tradicional bocadillo. estas mismas recomendaciones de hacen extensibles a la merienda.




